El cannabis ha sido una de las más antiguas formas de hacer medicina en las culturas indígenas durante siglos. Hoy en día, la sociedad occidental está dando un nuevo vistazo a los beneficios terapéuticos de esta social y políticamente polémica planta utilizando avanzados medios tecnológicos para llevar a cabo una mayor investigación científica sobre cada uno de sus componentes, entre ellos el cannabidiol CBD.
¿Qué es el CBD?
La industria del cannabis está cambiando rápidamente y puede ser todo un desafío y, a veces, algo abrumador tratar de estar al día con una cantidad vertiginosa de información. De ahí, la necesidad de explicar qué es el CBD y de dónde viene ese tsunami de los productos derivados de este componente del cannabis que ha irrumpido en la sociedad tan de repente.
A pesar de su origen en el cannabis, el CBD -abreviatura de Cannabidiol- no se trata de una droga recreativa sino prácticamente todo lo contrario. Pero ¿qué es el CBD?
Es el segundo componente más popular -junto al THC (Tetrahidrocannabinol)- entre los ingredientes activos de las plantas de cannabis, que, sin embargo, no “coloca” por carecer de efectos psicotrópicos y produce una sensación que ha sido equiparada, por ejemplo, al bienestar posterior a una clase de yoga. Todo lo contrario a los efectos del THC, responsable de efectos psicoactivos.
El CBD en sus orígenes
Aunque pueda parecer una nueva moda, lo cierto es que el cannabis lleva utilizándose miles de años ya no de manera recreativa sino como compuesto para la fabricación de papel, lienzos, textiles así como tratamiento medicinal y su cultivo estaba normalizado.
Hasta el siglo XIX incluso se podía encontrar en las farmacias las principales ciudades europeas hasta que en los años 30 Estados Unidos empezó la prohibición del cannabis hasta que, en 1961, pasó a formar parte de Lista IV de la Convención Única de Estupefacientes como sustancia de máximo riesgo y sin ningún valor terapéutico, lista de la que la ONU sacó al CBD en diciembre de 2020.
A raíz de que el investigador, Raphael Mechoulam aislase y sintetizase las estructuras del THC y el CBD, se iniciaron diferentes investigaciones sobre las propiedades terapéuticas de los cannabinoides, lo que llevó en los años 90 a descubrir el Sistema Endocannabinoide.
¿Qué son los cannabinoides?
El CBD y el THC (Tetrahidrocannabinol) son cannabinoides capaces de actuar en el sistema endocannabinoide que poseen todos los mamíferos, incluyendo al ser humano, y que puede ser estimulado por la fitocannabinoides, cannabinoides de origen vegetal que también se encuentran en la planta de marihuana.
Además de los fitocannabinoides de origen vegetal, los endocannabinoides fabricados por nuestro cuerpo, están los cannabinoides sintéticos (fabricados en un laboratorio), todos ellos son su conjunto único de características y efectos en el cuerpo humano.
El CBD tiene propiedades para influir distintos procesos celulares y moleculares, lo que gracias a las investigaciones que se realizan continuamente acerca de sus beneficios para el cuerpo humano abren la puerta a la idea de convertirse en la esperanza de enfermos de ciertas condiciones crónicas.
Es precisamente esto lo que hace que la popularidad del CBD como suplemento de salud crezca exponencialmente hasta el punto de que la Comisión de Estupefacientes de la ONU haya eliminado el cannabis -concretamente su uso medicinal y terapéutico- de la Lista IV de la Convención Única de Estupefacientes de 1961, aunque su uso con fines no médicos y no científicos seguirá siendo ilegal.
El Cannabidiol no es psicoactivo y se encarga de neutralizar los efectos del THC así como de reducir la sensación de ansiedad o los efectos de deterioro de la memoria causados por éste. El CBD posee propiedades antiinflamatorias, efectos anticonvulsivos y ayuda a reducir los espasmos corporales. Al contrario que el THC, el CBD no provoca adicción, por lo que se convierte en un gran aliado para dejar de fumar o reducir el consumo de otras sustancias adictivas, al intervenir en el proceso de recompensa de nuestro cerebro y reducir la ansiedad de los periodos de abstinencia.
En una época marcada por la pérdida de confianza en las instituciones tradicionales (gobiernos, bancos, hospitales), el CBD está floreciendo como la solución a muchos problemas.
¿Para qué sirve el CBD?
Este compuesto es un regulador crítico de los sistemas nervioso, inmune y endocrino y el aceite de CBD -junto con los receptores endocannabinoides ubicados alrededor del cuerpo y diseñados para enviar y recibir mensajes químicos que controlan el dolor, la inflamación, la función inmunológica y la activación del sistema nervioso- mejora las funciones corporales.
Beneficios del CBD
Uno de los principales beneficios del CBD es su actividad antiinflamatoria y analgésica por lo que se ha ganado el reconocimiento de la comunidad científica así como por su gran capacidad neuroprotectora y regeneradora.
Además, el CBD cuenta con diversas propiedades terapéuticas de gran importancia, que han sido demostradas con evidencia, según estudios científicos, para el alivio del dolor crónico, depresión así como potencial tratamiento para un amplio espectro de enfermedades autoinmunes, neurológicas, metabólicas, cardiovasculares e, incluso, dermatológicas.